La elección del mortero impermeabilizante para rellenar las juntas debe ser cuidadosa porque un producto inadecuado o mal aplicado puede crear problemas complejos y costosos de resolver.
Según la norma EN 13888, existen dos tipos de materiales de rejuntado: cementosos (CG) y de resinas reactivas (RG). El uso de uno u otro depende del tipo de recubrimiento utilizado, del área de aplicación y de los ataques químicos y mecánicos a los que estén sometidos.
Mortero para zonas húmedas
Las habitaciones con presencia de humedad o que suelen ser limpiadas con productos químicos fuertes, como cuartos de baño, saunas, cocinas y zonas de lavandería, necesitan de un rejuntado resistente a estos ataques, de lo contrario, el material puede resultar dañado.
Con un mortero inadecuado, son frecuentes daños como, cambios de color, reducción de la resistencia, crecimiento de hongos, pérdidas del material de relleno y, en consecuencia, el despegado de los recubrimientos, son algunos de los problemas comunes asociados al rejuntado.
Mortero para juntas de piscinas
Las zonas en contacto directo con el agua o expuestas al sol, lluvias y heladas, como las piscinas, zonas de ducha, cubiertas y terrazas, necesitan de un mortero para juntas extremadamente resistente. En estos casos, la opción más adecuada es un material a base de resinas reactivas, más conocido en el mercado como mortero epoxi.
La elevada resistencia a los diferentes productos químicos y a los impactos mecánicos hacen con que los rellenos a base de epoxi tengan una durabilidad incomparable, superior a 10 años.
Además de esto, la junta se queda totalmente impermeable y evita el crecimiento de hongos y bacterias. La limpieza se hace mucho más fácil y la pared/suelo queda bonita y agradable por mucho más tiempo.