Las terrazas y azoteas son un espacio perfecto para disfrutar del buen tiempo y relajarse, y en el caso de azoteas comunes pueden convertirse en un espacio común para el ocio y la diversión.
Y si bajan las temperaturas, puedes aprovechar este espacio exterior para disfrutar del frío de la mejor manera posible: sentado cómodamente en un sillón con una manta de lana, un buen libro y un chocolate caliente.
Muchos hoteles y edificios comerciales están transformando este espacio en bares y restaurantes para sorprender a los comensales con las vistas y un espacio de desconexión dentro de la ciudad.
Para que el uso de estos espacios sea duradero, te resumimos todo lo que tienes que tener en cuenta para renovar el suelo de una terraza.
¿Qué es importante saber antes de construir o renovar el suelo de una terraza?
Las terrazas y las azoteas son zonas totalmente expuestas a la intemperie: lluvia, sol, hielo, viento, etc. Por lo tanto, los materiales utilizados en la renovación de pavimentos deben ser lo suficientemente fuertes para no degradarse en un corto período de tiempo, lo que podría crear muchos inconvenientes.
En virtud de esta condición, estas son algunas precauciones importantes para renovar el suelo de una terraza de forma segura y exitosa:
1. Impermeabilizar la azotea/terraza es fundamental para evitar infiltraciones de agua y los innumerables problemas que ocasionan.
Además, una buena impermeabilización protege la estructura del hormigón de los ataques químicos (carbonatación, sulfatos y cloruros).
2. Es muy importante tener en cuenta el tipo de uso que tendrá este espacio: transitable, no transitable, visitable, acceso al público, etc. Esto definirá la impermeabilización adecuada y el tipo de acabado final que debe ser hecho.
En caso de terrazas transitables y de acceso al público (restaurantes, bares y piscinas), se recomienda aplicar un recubrimiento sobre la impermeabilización.
Los recubrimientos deben ser especialmente fabricados para aplicaciones en áreas exteriores y, de preferencia, antideslizante.
3. En construcciones nuevas hay que prever las juntas de dilatación de la estructura de hormigón a fin de evitar el surgimiento de fisuras o grietas.
4. En rehabilitaciones es imprescindible respetar las juntas de dilatación existentes.
5. En caso de grietas o fisuras en la estructura, debemos contactar con un arquitecto que defina el tipo de tratamiento adecuado previa la aplicación de la impermeabilización.
6. El relleno para las juntas entre los recubrimientos cerámicos o piedras naturales debe ser impermeable, anti-moho y bacterias, fácil de limpiar y resistente a la intemperie. No olvides que el rejunte es la primera barrera contra la infiltración de agua.
7. No olvides contactar con un arquitecto al iniciar la renovación para asegurar el procedimiento y no causar daños en la estructura.
No cabe duda de que vale la pena gastar un poco más y hacerlo bien, pues las consecuencias de una obra mal ejecutada pueden ser muy graves y complicadas de solucionar.
Sin olvidar que las intervenciones en estas zonas suelen ser muy costosas, en especial en los casos en los que la estructura del edificio se hay visto dañada por las infiltraciones de agua.